Datos personales

miércoles, 25 de febrero de 2015

Monstruos S.A



Si pensáis que vais a leer la enésima crítica sobre tan divertida película, os vais a llevar un chasco. El tema va de monstruos, pero no en ese sentido, o si. Tendréis que leerlo para descubrirlo.
En primer lugar, tendría que preguntaros si creéis en esas criaturas contrahechas y espeluznantes con las que nos metían miedo cuando éramos pequeños: el hombre del saco, las pelis de Frankenstein, la momia, hombres lobo, y un largo etcétera. A  mi la verdad es que me inquietaban bastante, sobre todo el típico monstruo de debajo de la cama. Hoy este personaje está prácticamente olvidado. Es muy difícil esconderse debajo de un canapé; ¿y quién no tiene un canapé hoy en día? Los pisos son demasiado pequeños y hay que utilizar todo el espacio posible, para meter nuestras pertenencias.    
Al ser de dentro del armario tampoco le va mejor. Los muebles del Ikea no dan lugar a que ningún monstruo se meta dentro, so pena de morir enredado en algún tornillo mal puesto o un tablón desnivelado. Además, todo está tan medido que cualquier objeto extraño, sería detectado nada más entrar. Con lo que el factor sorpresa, de lo que se han nutrido siempre, perdería todo su valor.
Y qué me decís del daño que ha hecho la depilación láser al hombre lobo. Ya no existe peludo que se le resista, y un lobito sin pelo y con una ortodoncia bien puesta, no da miedo precisamente.
¡Son malos tiempos para los monstruos de pelo en pecho!
Los nuevos sujetos que nos aterran son ahora muy diferentes a aquellos. Y precisamente lo que da tanto miedo es que a simple vista son iguales a nosotros.
Os daré unas pautas para que podáis reconocerlos:



- Siempre suelen revolotear alrededor de los mandamases de algún partido, o ellos mismos podrían serlo. El mundo de la política les atrae enormemente

- Sus cuentas suelen ser bastante abultadas. Pero si les preguntas cómo han conseguido reunir ese patrimonio, lo único que conseguirás serán evasivas, un pariente lejano que no conocían y les dejó una herencia o que se querellen contigo por hacerles preguntas impertinentes, incluso aunque seas el juez.

- El esquí les apasiona y siempre que pueden acuden a Baqueira o si el tío invisible, el de los millones, les ha dejado bastante, acaban dándose una vuelta por Aspen, Colorado. Ese color que sus rostros no conocen, porque no saben lo que es la vergüenza .

- También son propensos a utilizar tarjetas de color negro. Parece ser que si pagas con ellas en las farmacias te hacen descuento en viagra o similar.

En definitiva, si os topáis con algún sujeto de estos, solo os puedo recomendar que corráis mientras sujetáis bien vuestra cartera, pues aunque parezcan que tengan mucho, siempre quieren más, sobre todo lo ajeno.  


3 comentarios:

  1. Afortunadamente, aun quedamos algunos hombres lobo.

    ResponderEliminar
  2. Has estado muy acertada con tu analogía entre los monstruos clásicos y los que pululan por aquí. Estos sí que dan miedo y son nocivos. Muy buena tu crítica. Un abrazo.

    ResponderEliminar