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sábado, 18 de marzo de 2023

En algún rincón del tiempo


 Me habían llegado muy buenas críticas de este libro al que durante mucho tiempo no pude acceder por estar agotado, así que cuando volvió a estar disponible me lancé a él cual locuela a su ídolo. Error: no hay que divinizar a los ídolos porque son tan humanos y pedorros como podemos serlo nosotros, y tampoco hay que hacerlo con los libros, al menos con este.

Os haré un breve resumen con spoiler y todo lo demás.

El prota es un hombre con una enfermedad mortal que decide hacer un último viaje antes de partir al más allá, y en su periplo se topa con la foto de una actriz de finales del XIX de la que se enamora perdidamente. Ni corto ni perezoso toma la determinación de cruzar un océano en el tiempo, sin ser él Drácula ni nada, y con el poder de su mente y repitiendo un mantra machacón, voilá, aparece en 1896. La señora cuando lo ve se enamora perdidamente de él, porque ya se lo predijo una gitana y es lo que tenía que hacer. El amor de estos dos es más frío que chupar un helado de menta en Siberia, pero si a ellos les vale quién soy yo para criticar. La relación dura poco porque el tiempo es caprichoso y decide enviar de vuelta al hombre a su tiempo porque el billete no da para viajar más. Fin del trayecto.

Espero que os haya gustado mi humilde reseña y os haya abierto el apetito por la lectura 🤤



martes, 27 de septiembre de 2022

Mascotas







   Siempre quise tener una mascota, pero mis padres no estaban por la labor. Para ellos todo eran aspectos negativos: que si olían mal, que si había  que cuidarlos, que si se morían muy pronto y eso nos pondría muy tristes...

   Sé que sus intenciones eran buenas. No querían que sufriéramos el drama de la pérdida de un ser querido siendo demasiado niños, pero la vida es así y hay cosas de las que no te pueden proteger, pues más tarde o más temprano la vida te golpea. Lo que la vida te da el tiempo te lo quita.

   Así pues, cuando pasaron los años y pude por fin independizarme, no tardé mucho en buscarme una mascota.

   Nada más verlo en el local supe que era la compañía perfecta. Su carita dulce, peludete y una mirada inteligente y vivaracha. Lo adopté de inmediato y nunca me he arrepentido de ello.

   Mis amigas lo adoran y les gusta venir a casa y que lo saquemos a pasear. Y también les gusta como prepara el arroz y los gin tonic. Ah, y es de los que baja la tapa una vez usado el inodoro.

¡Es la mascota perfecta!

 

Armarios y demás mobiliario

 Hace tiempo que me ronda por la cabeza dar otro aire a mi apartamento, no sé, noto como que está desfasado, como que la imagen que da nada tiene que ver con mi yo actual. Yo he cambiado pero él se ha quedado igual. Esto suena a desgaste en la pareja pero en plan inmobiliario, y como aún lo quiero, aunque ya no me guste, he decidido darle una segunda oportunidad. Lo primero de lo que me voy a deshacer es del armario de mi habitación, me ha dado muchas satisfacciones pero se me ha quedado pequeño. Demasiados cadáveres, supongo,y el último de ellos bastante grande. Tened en cuenta el espacio del que disponéis si en algún momento tenéis que hacer desaparecer el cuerpo de un jugador de rugby.  


sábado, 26 de marzo de 2022

El jardín de rosas

    Después de años sin publicar reseña alguna, y en honor a la verdad, nada, hoy vuelvo con una novela, mal catalogada por algunos, como romántica. No sé dónde verán el romanticismo, porque si lo hay no es el clásico chica busca chico, suspiros, besos, malentendidos, revolcones y finalmente jura de amor eterno. Para nada. Pero dejémonos de preámbulos y vamos a lo que nos interesa.



El jardín de rosas es una novela ambientada a finales del siglo XIX, en el Londres victoriano. Con lo primero que nos encontramos es un muelle repleto de hombres trabajando en unas condiciones durísimas, pero si nos fijamos bien no todo lo que reluce es testosterona. También hay una fémina camuflada de varón que arriesga la salud de su espalda, sus manos y su propia vida descargando enormes bloques de hielo para mantener a sus hermanos y padre. Este último algo perdido en los dulces aromas del alcohol tras la pérdida de la esposa. Pero como todo en la vida no puede ser siempre malo, un día Mabs cambia su estatus de operaria de muelles a chica de compañía. El acompañamiento se lo tiene que hacer a una señora delicada de los nervios, según su esposo y una bruja de cuidado según ella. Pero hay que seguir leyendo la historia para descubrir que muchas veces las cosas no son lo que parecen. Estas dos mujeres por cosas del destino acaban haciendo amistad con una tercera. Mujer rica, educada, de gran corazón, poca belleza física pero un bellezón de humanidad, cuya misión en la vida es ayudar a los más desfavorecidos, en todos o casi todos los campos. Dama que no necesita de marido para tener hija. Todo un escándalo para la sociedad de la época. Estas mujeres luchan por su independencia y por ser algo más que objetos decorativos unas o fábricas de hijos para el consumo de la revolución industrial, otras.

En definitiva, si queréis una novela de sororidad que os entretenga y que os recuerde a Dickens, más o menos...no os la debiérais perder. 




miércoles, 29 de abril de 2020

Librería de guardia




           



   De todos es bien conocido que los tacones no son los mejores amigos de una mujer cuando tiene que escapar a la carrera de las garras de un pesado, en un primer momento, a un psicópata, después de decirle que no estás interesada en su conversación ni en él. Correr descalza por el frío y duro asfalto tampoco mejora las cosas. Lo que sí hizo que empezara a mejorar mi suerte, fue el luminoso que se vislumbraba en un callejón, donde se indicaba que allí había una librería: Librería de guardia. Raro nombre y peor localización no podría imaginar, pero no estaba como para hacer ascos a las sorpresas que te presenta el destino y decidí cruzar el umbral que me separaba de un sádico a un...librero.
   El librero en cuestión era un tipo alto, enjuto, media melena canosa, gafas de pasta, negras , nariz ganchuda y voz cavernosa:
   - ¿De qué o de quién huye?- me preguntó mientras me miraba como se  mira a alguien que entra corriendo a tu local en mitad de la noche y con poca pinta de buscar lectura por no poder dormir.
   - De lo de siempre, el aburrimiento, el pesado de turno, una mala copa...por cierto, ¿me puede dejar su teléfono? el mío se ha quedado sin batería y me gustaría llamar a un taxi.
   - Le sugiero que si quiere huir de todo eso que me ha dicho lo mejor que puede hacer es escoger un libro. Si da con el adecuado puede ir a cualquier lugar, incluso a su casa.
   Me di cuenta que al igual que   Alicia, había topado con mi propio sombrerero loco, pero camuflado de librero. Decidí que lo mejor era salir de allí e intentar llegar a casa por mis propios medios, pero cuando vi a  través del escaparate, que el puñetero  loco me había seguido y andaba rondando por allí, no me pareció tan mala idea agarrar un libro y ponerme a leer. Empezaba así:
                                             "Llamadme Ismael...." 
De repente aparecí en un barco.
- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Pero qué es esto?
- Actúa con naturalidad-me dijo  una voz. - Soy tu narrador y te guiaré para que llegues sana y salva a tu destino...más o menos.
- ¿Más o  menos sana y salva o más o menos a mi destino?
   Aquello no  podía estar pasando, y desde luego tendría unas palabras con el camarero que me había servido la última copa. Pero la realidad es que estaba allí y no sabía muy bien por qué.
- Ballena a la vistaaaaaaaa.
NO, eso sí que no. Por nada del mundo iba a dejar que unos palurdos mal vestidos me llamaran ballena, pero la verdad es que ninguno  me miraba a mí. Solo tenían ojos para ella. La ballena asesina.
 
       Continuará.....