Se buscan candidatos

Mis queridos lectores, estoy preocupada. Jamás pensé que un tema político me fuera a afectar hasta el punto de querer tomar riendas en el asunto, pero, así es. Debe ser cosa de la edad, no mucha, no os equivoquéis o quizá sea el aire contaminado o el agua virgen de manantiales serranos, no sé, pero la cuestión es que me he planteado postularme como candidata a alguno de los puestos vacantes en mi comunidad. En realidad, a cualquiera de ellos y da igual por el partido que sea. A la hora de la verdad no hay colores ni ideologías políticas. O si no, fijaros en los últimos pactos firmados recientemente por partidos tan a priori diferentes, pero que son capaces de buscar un punto en común, el propio y firmar lo que se les ponga por delante, con tal de seguir saliendo en la foto. Y a mí lo de salir en una foto, siempre me ha gustado mucho.
Pero siendo serios, todo lo serios que podemos ser en un país de pandereta, qué cualidades necesita un buen candidato para optar a un puesto de responsabilidad. Tras hacer un estudio exhaustivo, los he resumido en cinco. Me he centrado en la comunidad de Madrid, mi comunidad, porque es una de las que a día de hoy no tiene candidatos, y quiero ayudar a hacer  más fácil la selección.

Ahí van!!!

1. Saber lucir el traje regional 

Este es un punto esencial. El candidato una vez se convierta en nuestro representante, se verá inmerso en una orgía de fiestas y saraos. Es importante que tenga una buena percha. El traje de chulapo detecta rápidamente la elorza, y es casi imposible poder disimularla. Se aconseja el consumo moderado de churros y una intensa vida deportiva.

2. Ser un gran actor 

No quiero decir que sea para que no se le noten las mentiras, pero sí para que parezca que le afectan los problemas de sus conciudadanos. Tiene que estar versado tanto en el drama como en la comedia, pues el teatro político tiene un poco de todo y es importante ser un todoterreno.

3. Un intachable pasado

Es importante que el candidato tenga el mismo pasado que un angelote de los de Murillo. No queremos que unos cadáveres en el armario acaben con una trayectoria tan prometedora. O al menos, que el armario en cuestión no sea del Ikea, pues mucho me temo que para cuando haya montado el mueble, el muerto ya haya empezado a fermentar, y redirigir los malos olores siempre es más lioso.

4. Tener unas buenas tragaderas

En el proceso de sus funciones, el candidato y posterior presidente o alcalde, se verá en la necesidad de tener que tragar, y no solo sapos y culebras, si no también comidas de representantes vecinales, y demás gente que quiera agasajarle, tales como empresarios en busca de su pedazo de "pastel" urbanístico. Decir que no a estas comidas supondría un gran agravio y buscarse enemigos sin necesidad es tontería.

5. Hablar coherentemente

Parece de perogrullo, pero no todos los políticos son capaces de salir airosos de según qué preguntas les hagan. Es bastante embarazoso escuchar a tu alcalde decir tonterías sin sentido alguno o hacer ruiditos extraños con la lengua para que nos distraigamos del asunto, mientras deja pasar el tiempo y reza para que nos olvidemos del tema o alguien, generalmente algún esbirro contratado para ello, salga en su ayuda.

Si cumplís con estos requisitos no creo que tengáis ningún problema en ser candidatos. Llevad vuestro curriculum a todos los partidos, y seguro que más de uno os elige.

¡Nos vemos en las urnas!!