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lunes, 8 de diciembre de 2014

Exodus o el largo camino...al baño






Pues si, lectores queridos, hoy ha tocado sesión cinéfila.
Tenía ganas de ver la peli, no solo por deleitar mi vista con Christian Bale, que me parece un tipo de lo  más sensual, si no porque soy una apasionada de la historia antigua y de las pelis de peplum de toda la vida. Debe ser porque lo de los tíos con faldita me ha llamado siempre la atención. Pero no nos desviemos del tema y vayamos al asunto. Y lo más importante de la película es verla con la vejiga vacía. Se hace larga, eterna y si encima eres de los que tomas alguna bebida mientras ves la peli, vas a sufrir. Te lo digo por experiencia propia. Lo positivo de todo esto, ha sido la gimnasia "bajera" que he practicado. Ahora puedo dormir toda una noche de tirón, tras haber ingerido un té, sin tener que ir al baño ni una sola vez.

Pero volvamos a la historia.
Si lo que pretendían era que nos posicionáramos de parte del más débil, que se supone que es el pueblo hebreo, no lo  han conseguido. Al menos por  mi parte. Y todo gracias a su dios. Un chico malcriado que se aburre y ha decidido que quiere rescatar a su pueblo, tras tenerlo olvidado durante cuatrocientos años. Para ello, no le importa  matar, destruir y aplastar cualquier cosa que se interponga en sus deseos. Vamos, que necesita de un "hermano mayor" que le ponga las pilas, ya.
Convence a pedradas a Moisés, de que le tiene que hacer caso. De que su pueblo es el israelita, y que se olvide de su vida pasada. A lo que Moisés no le pone muchas pegas. En cero coma segundos, se deja convencer y lo deja todo. Como si fuera la letra de un bolero.
Los anteriores mejores amigos, casi hermanos, Moisés y Ramsés se enfrentan por los caprichos de un dios, y es aquí dónde yo me posiciono de parte de Ramsés. Para mi el más débil, y desde luego , el que acaba perdiéndolo prácticamente todo en esta historia.
Otra cosa, tenía muchas ganas de ver como se abría el mar para que el pueblo elegido pasara. Pues, en parte me he quedado con las ganas, menos mal que lo han suplido con un cierre de las aguas.
Y otra cosa, en esta super producción, han contado con una de nuestras actrices, María Valverde, en el papel de Séfora, la esposa de Moisés. Un papel pequeño, pero interesante. Sobre todo cuando el marido se te va y vuelve años más tarde, acompañado de un pueblo,a las puertas de tu casa. Esto es ir a por tabaco y volver con la fábrica entera.


Mi consejo:  si no tenéis otra cosa que hacer, os sugiero tomar un par de cañas y unas bravas.

6 comentarios:

  1. Hola Marisa, espero visitar con más asiduidad tu nuevo blog. Te deseo muchas visitas. Ya comentaré la peli Exodus. El que te haya molado más Ramsés que Moisés me anima a ver la peli, jejejejeje

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  2. Supongo que tu nombre "de guerra" blogueriano es totalmente literario. Suena bien.

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  3. Saludos, Melibea.
    Qué casualidad que yo también fui ayer a ver la misma película.
    Lunes festivo de compras en centro comercial. Luego de un almuerzo carnívoro, con dos cañas dos, entrada en el peplum de Exodus.
    Tras un inicio fulgurante de acción, temí caer en una plácida siesta cinéfila, pero me pude resarcir tras una leve caída de párpados.
    Coincido contigo en mucho de lo que dices. Sobre todo en ese desagradable dios en forma de discípulo de templo de Kung fu.
    Yo que iba con la esperanza de ver, como poco, emular a mi venerado "Los diez mandamientos". Lástima que se quedara en unos mandamientos dictados de mala manera y un éxodo -interruptus, no sé cómo interpretar el final, ¿mudanza del arca de la alianza?
    En fin, que de lo mejorcito, María Valverde, guapa, sensual, atractiva, buena actriz. El resto, efectismo, mucho carro de caballos. Y me dio pena Ramsés, su hijo, las insoportables plagas!!
    Gracias, está muy guapo tu blog. A ver qué nos traes de nuevo.
    Un abrazo.

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  4. Éxodo interruptus!!!!!!, me ha encantado.
    Y si, ese diosecillo se parecía al pequeño saltamontes de antaño. :)

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